Saturday, September 17, 2005

"Del caracter imaginario de la personalidad"

Combo, trio, videojuego, three some, el juego doble.
La historieta del hartazgo quiza?
Como lo nombramos.
Soberbia. Quererlo todo.
Algo asi.

Libertinaje
blasfemia
distracciones arcaicas

lovely song
distances
absurd tragedy

colapso.
PLENITUD.

Friday, September 16, 2005

mounstritas

Múltiples tiempos me han encadenado a la misma encrucijada. Los personajes se repiten astutamente para evitar que me percate de la repetición. Se desvanecen entre nombres, tiempos, personalidades, iras, venganzas. ¿Qué es pues lo que me asegura que nunca he estado en la misma situación? ¿Tengo la certeza de vestigios que de una u otra forma nos han comunicado silenciosamente el desenlace de las historias?
El meollo es determinar la duración de las historietas que nos inventamos a nosotros mismos para dar por concluidas las misiones. Me aterra y produce cierta fascinación, el imaginar cuántas veces he estado encantada en el mismo capricho.
Sabes el desenlace, y al encontrarme en el margen entre la continuidad lúdica o el asesinato de la idea, vienen los percances como pequeñas manchas de cuervo que van destilando poco a poco en las entrañas de mi cerebro para decirme casi fotográficamente la dimensión de la sensación, que producen ciertos laceraciones de orgullo cuando me encuentro en tal o cual posición, canal, escalera, geometría, y cualquier otra palabra que determine el lado de la impresición de la personalidad, agotando cada una de sus estrategias ilusorias para mantenernos enredados en telarañas hedonistas que distorsionan explosivamente la cantidad de manicomios que albergamos en nuestros sueños vigilias y acontecimientos. (no hay puntos y comas)
Lucrar con la mente para ganarle las cruces del embotellamiento lingüístico que vuelve a la materia cerebral más lenta y apaga las luces rojas del ombligo distorsionando la percepción hasta las ranuras y los filos de los procesos de colores tenues pasivos… (incertidumbre)
La astucia de la mente por ejemplo, me entretiene en la escritura de este texto que me lleva al margen de la discursividad y luego me regresa empapada de una sensación de alivio. Antes de escribir las imágenes, había esto: Paz, gratitud, regalo.
Por ello he seguido bosquejandome a través de las mounstras. ¿Cómo será la línea cuando salga? ¿Cuáles son las personas que se quedarán conmigo esta vez, otra vez? Después de seis meses la reconfiguracion de mi existencia me pone en un embotellamiento de personalidades, seguiré con ellas o esperare a que lleguen los que me acompañarán en la próxima jugada.

Conversaciones.

-Me he robado tus poemas.
-Porqué haces eso? Es como si arrancaras un pedazo de mi.
-Toma, te los doy. Sigues todo entero.

-No quiero que publiques nada mío.
-Te dije que sólo quiero corregir las faltas de ortografía.
-No quiero que publiques nada mío.

-No quiero que vean las rupturas de mis huesos en esas hojas blancas.
-Sigue escondiendo tu secreto.
-Deja mis escritos de años atras. Ese ya no soy. Ya no me pertenece.

Friday, September 02, 2005

Narrar, dialogar, blasfermar
en medula

hacia la izquierda y sin los
ceros... abriendo la nuca
paso a paso

sin la intención de
absorverte, con la intención
de una carne escarbada
por el celo y la sonrisa

torciendo las escamas
y fingir una cicatriz
con sudor de ojo
entrecortado

La estilística escatologica invade esta espiral evidentemente adversa. Congestionada paulatinamente hasta derrocarse en una plenitud que reboza las gargantas de la tierra.

Dejar de cuestionar los lenguajes de los cuervos sería como atribuirme una diminuta congestión de calma impredecible.

Es la imnaculación la que me doblega a permanecer en el mismo estado instante a instante... el contagio derrite mis dedos en las larvas de las respuestas camuflajeadas en un destello absorvente.

Pedir o no pedir? La tentación que da la usura de querer pedirlo todo al mismo instante, sin intentar ningún desgaste, salir ilusa incluso una vez concluido el atragantamiento del infinito (clandestinamente). Quieres venir?

Yo ya no sabía nada el día que
llegaste y nos drenamos
en la fuga

con el asilo desertico
de un baño dilatado
de sonido lumbre

en la concurrencia
de abrazos inmunes al
llanto de los lobos
y huracanes arcaicos

Yo ya no sabía nada el día que
llegaste y nos drenamos
en la fuga

cuando mordi el orgullo
succionando lentamente
la borrasca de rostros
dibujados en un pasado
inaccesible... aparentemente.

Nada sabía y lo supe.

Vamos diciendo
y nos decimos
hasta llegar a un margen
confuso, ambar

donde
conjuros y reclamos
lúdicos se desvanecen
en una escritura
desconocida
latiendo
a higado de plomo.

Nos fumamos las palabras
honestas, sinceras,
tratando de decodificar
una intimidad
que sobreviene a cualquier
filo de carne....

donde la nada no sobrevive
al sarcasmo y la ironía...

mientras los juegos
obsesionan las cavidades
más profundas
y los latidos se desvanecen
en puños de orgias
iletradas...

donde la nada no sobrevive
al sarcasmo y la ironía...

La revuelta gira en
mis hombros y me ahogo
en una noche con gaviotas
blasfemas
esperando
las flamas, los días, los celos.

Mientras aspiro a
refugiarme en mi garganta
con un clavo
que me ata a la cura
insasiable
de permanecer
en una astucia
mordida por la parabola
prohibida.