Sunday, August 01, 2004

Unas ideas enferman más que otras, ¿a qué capricho tan perverso sirven nuestros pensamientos?

...........................................................................................................................................................................



La mayoría de las ideas que pasan por nuestra mente son cíclicas y repetitivas. Solo basta con prestar atención a la gran cantidad de palabrería incansables que se retuercen en nuestro cerebro para percatarnos que siempre son las mismas.

................................................................................................................................................................................

Todo lo que es ficticio nos enferma. Por eso el miedo, la ira y otras de las múltiples pasiones que experimentamos los humanos deterioran los órganos del cuerpo. Eso los chinos ya lo sabían, pero nosotros los occidentales nos aferramos al engaño. Y creemos que esa angustia que se desvanece por nuestros huesos es realmente algo, cuando en realidad es sólo una idea que responde a otro capricho aparente. Siempre estamos enfermos pues vivimos de meras ilusiones, nuestro organismo sale de su flujo energético universal a la hora que nos arrastramos por las fuerzas del lenguaje. Aceptémoslo de una vez, todo pensamiento que suena en nuestra mente trae consigo un desequilibrio natural. Pensar es ir en contra de nuestra naturaleza.
...............................................................................................................................................................................